Priorizamos la salud, aún así hay entrevistas y charlas que requieren el encuentro, porque el periodismo se trata de eso, de estar. Así visitamos a Pascual Fernández y Margarita Gutierrez, cumpliendo las recomendaciones sanitarias. Él oriundo de Presidencia de la Plaza donde arrancó colaborando en Atlético Brandsen; ella de Colonia Elisa, de donde nos menciona al Club Unión. Ambos coinciden en que parieron a Banfield. La sede es el hogar del matrimonio que nos recibió con la amabilidad de la gente del interior.
Margarita futbolera, ex jugadora de Regional con pasión nos insistió café y con energía nos dejó en claro que es hincha de Boca Juniors. Pascual luce con orgullo su barbijo de la Academia y tiene historial en muchos clubes de la “B” donde colaboró. Entre anécdotas nos cuentan aquella vez que visitaron en Corrientes al plantel del “pelado” Almeyda, mientras era técnico del Taladro bonaerense. La presi tiene frases picantes como: “si no me gustara el fútbol, él hace rato estaría en la calle como linyera”, mientras lo mira y se sonríe cómplice. El tesorero remarca que “acá no se cobran cuotas. Tenemos que sacar a los chicos de la calle, apartarlos de las cosas malas”. Son mayores y sus hijos se independizaron, entonces adoptaron de corazón a cada jugador. Extrañan los fines de semana dedicados plenamente a su club entre cancha, sánguches y chocolatada.
Son más que dirigentes. “Somos psicólogos, hemos tenido confesiones de todo tipo por parte de los chicos”, nos adelanta Gutierrez para después detallarnos cómo fueron intermediarios de desamores, problemas familiares, anuncios de embarazo, visitas nocturnas a comisarías. Ella más de una vez quiso abandonar, cansada pero la reconfortó el reiterado “mami, viejita, si vos nos dejás ¿dónde vamos a ir?”. Ubicados en Villa el Dorado trabajan a pulmón, no esperan del gobierno, igual tienen fe.